Joaquín Guanter es informático de vocación, ya desde pequeño se dedicaba a romper y arreglar ordenadores. Como él dice, ese interés inicial desencadenó un pequeño efecto bola de nieve y acabó, como no podía ser de otra forma, siendo ingeniero informático. Ahora, este valenciano asentado en EEUU trabaja en el campus de Redmond (Seattle) de Microsoft, ha desarrollado Windows 7, y compagina su trabajo con un Máster de Matemáticas. Desde allí nos responde por email a unas preguntas para Rutas de la Ciencia.
Pregunta: ¿Alguna vez te imaginaste trabajando en Microsoft?
Respuesta: Siempre soñé con entrar en Microsoft, pero la verdad es que nunca me lo planteé seriamente. Un día en mi universidad vi un cartel anunciando becas de verano para Microsoft, me animé y la pedí. Empecé a pasar entrevistas y pruebas varias, y me seleccionaron como candidato español para ir a París a hacer las entrevistas a nivel EMEA (Euroma, Oriente Próximo y Asia). Al poco tiempo me llamaron y me dijeron que lo sentían mucho pero que los de Microsoft EMEA pensaban que yo era demasiado joven para las becas (estaba en segundo de carrera por aquel entonces).
Al año siguiente las volví a pedir, y esta vez sí que me fui a las entrevistas de París, y me dieron la beca. Solo fuimos dos españoles ese año: Daniel Micol (un chico de Alicante) y yo. Me gustó la experiencia y decidí repetir en mi cuarto año de carrera (no tuve que volver a pasar las entrevistas ya que mi jefe me dio luz verde para volver) y luego ya volví como empleado fijo al acabar.
P: ¿Cómo es un día normal en Microsoft?
R: En Microsfot hay mucha libertad en el trabajo, así que lo que para mí es un día normal será un día extraordinario para otros. Para empezar, no hay horario de trabajo, así que cada uno entra y sale cuando quiere. Yo soy mañanero, a las ocho ya estoy en la oficina, pero la mayoría de mi equipo no llega hasta las diez, once de la mañana. Se trabaja por objetivos, así que si puedes hacer tu trabajo en tres horas, mejor para ti, porque nadie te va a pedir que estés ocho horas en la oficina.
Aquí casi todo el mundo tiene oficina propia, y los edificios suelen tener mesas de futbolín, billar, ping pong, Xbox, etc. para poder descansar y relajarse un rato. También tenemos cocinas donde hay bebidas gratis y esparcidos por el campus hay canchas de baloncesto y campos de fútbol y béisbol.
Los informáticos somos famosos por tenerle alergia a la corbata, así que cada uno viste como quiere, y no es extraño ver a gente descalza o con zapatillas de ir por casa. Yo al principio no tenía muy claro cuál era el límite de informalidad admitido en la vestimenta, pero desde que vi a un gótico todo vestido de negro y con maquillaje, pues la verdad es que ya vengo como me da la gana.
P: ¿Y el ambiente de trabajo?
R: La verdad es que está genial. Es una mezcla cultural tremenda, y todo el mundo es bastante listo, así que es una gozada trabajar con los compañeros de trabajo. Además, Microsoft es una organización muy autocrítica, por lo que no es extraño ver a empleados usando productos de la competencia. Yo por ejemplo tengo un Droid (de Google) en vez de Windows Phone y no pasa nada.
Microsoft Campus Tour (en inglés) 6 min
P: ¿Has conocido a Bill Gates (en inglés)?
R: Le he visto en varias charlas y he estado con él en la misma habitación, pero desgraciadamente no he podido hablar con él. Fui becario durante dos años seguidos para Microsoft y al los becarios les hace una barbacoa en su casa, donde le puedes conocer. Yo siempre llegué un par de semanas tarde. Ahora ya se ha retirado para gastar su fortuna en mejorar el mundo, así que no creo que tenga la oportunidad de conocerle más.
P: ¿Te gusta lo que haces? ¿Cuál es la parte que más te apasiona de tu trabajo?
R: Me encanta lo que hago. Lo único malo es tener que vivir tan lejos de la familia, pero volver a Valencia significa ser mileurista (con suerte) durante años, y la verdad es que no compensa. Lo que más me gusta de mi trabajo es la libertad que nos dan para experimentar y aprender. Hay mil cursos a los que asistir cada día, y tengo la oportunidad de trabajar codo con codo con gigantes de la informática.
P: Has estado trabajando en Windows 7 ¿Cómo fue la experiencia?
R: Estuve trabajando en una de esas áreas que solo pueden brillar por su ausencia: el subsistema de impresión y papel electrónico (XPS). La verdad es que no he leído comentarios negativos, así que imagino que lo hemos hecho bien.
La experiencia fue muy divertida. No sólo aprendí un millón de cosas nuevas, sino que me lo pasé genial con mis compañeros. Ojalá nos vaya bien con el siguiente proyecto.
P: ¿Cuáles son las novedades respecto a las anteriores versiones de Windows?
R: Para mí el mayor cambio es la velocidad. Ahora el sistema es mucho más rápido y el tiempo de respuesta es menor. A parte de eso hay un millón de cambios, algunos grandes como la nueva barra de tareas y algunos menos obvios como el soporte para DivX en Windows Media Player, la posibilidad de escuchar tu música desde otro ordenador, DirectX 11 para tener mejores gráficos en los juegos o poder seleccionar varios fondos de escritorio y que el sistema operativo los cambie cada X minutos de forma automática.
P: ¿Qué viene después de Windows 7? ¿Estás trabajando en otro proyecto?
R: Pues después de Windows 7 viene otra versión de Windows, como era de esperar. Cuando acabamos Windows 7 estuve mirando oportunidades en otros equipos y estuve tentado por Bing, el nuevo buscador de Microsoft, que la verdad es que están haciendo un trabajo impresionante, pero al final decidí quedarme en Windows. Ahora oficialmente estamos ya trabajando en la próxima versión, pero la verdad es que al menos en mi equipo estamos usando esta temporada para actualizar nuestros conocimientos e investigar nuevas tecnologías.
P: ¿Debemos invertir en Microsoft?
R: Cada uno que invierta donde se sienta bien invirtiendo, pero desde el punto de vista financiero Microsoft es una empresa con unas cuentas muy saludables, con un potencial de innovación tremendo y se dedica a la economía productiva, en vez de a la magia financiera como los bancos o a la especulación como las constructoras.
P: Cada año, y me aventuraría a decir que prácticamente cada mes, los usuarios tenemos la sensación de que todo lo relacionado con los ordenadores avanza demasiado rápido. ¿Cómo te imaginas el futuro de la informática?
R: Hace treinta años los ordenadores ocupaban salas enteras. Hoy tenemos procesadores más potentes en nuestros teléfonos móviles y, probablemente en treinta años podremos comprimir el tamaño de esa potencia computacional al tamaño de un glóbulo rojo. Suena a ciencia ficción, pero hay que tener en cuenta que ya tenemos transistores más pequeños que el virus de la gripe, e incluso hay transistores moleculares.
Creo que en el futuro tendremos una capacidad computacional tremenda y ordenadores en todas partes: en la caldera, en la nevera, en los semáforos… y creo que la convergencia e interoperabilidad de los aparatos va a ser clave en los próximos años.
Creo que el PC perderá importancia y el móvil e Internet habilitarán nuevos escenarios tecnológicos complementarios al PC.
Creo que el mundo tendrá que crear una ley internacional de protección de datos, porque la cantidad de datos personales que ahora mismo tenemos en Internet es impresionante. El otro día leí una cita que decía que la información que hace veinte años la KGB torturaba para conseguir, hoy la ponemos gratis en Facebook. Si juntamos la información de Facebook con la de Google de alguien, probablemente tengamos información sobre dónde vive, el sexo, su historial amoroso, su historial médico, sus aficiones, sus afiliaciones o simpatías políticas... Yo creo que eso eso es bastante escalofriante.